martes, 9 de diciembre de 2014

REVELACIÓN DE ORÍGENES: DIFICULTADES DE LOS PADRES ADOPTIVOS.

La llegada de nuestro hijo/a y las tareas inherentes a la revelación  actualizan muchos de los desasosiegos y angustias que estaban detrás de nuestro deseo de adoptar.  Nuestro hijo corre el riesgo de convertirse en el representante de esa circunstancia que queríamos olvidar gracias a la adopción.

Nuestro hijo no nos convierte de la noche a la mañana en personas fértiles sino que nos obliga a transmitir esa verdad a los otros, pues está  en la base de su origen. Además nos sitúa frente a los  demás señalando esa condición, quizá no suficientemente elaborada. Tampoco contribuirá a  la felicidad de la pareja, será un proyecto, en tanto que común pondrá a prueba el ajuste de la misma.
No ocupará el lugar del hijo perdido, si el duelo por él no está resuelto reavivará nuestras heridas. No contribuirá a que nos sintamos más acompañados, en muchas ocasiones pondrá de manifiesto nuestra soledad.

La presencia de nuestro hijo traerá a la actualidad, hará presentes,  aspectos quizá olvidados o no suficientemente asumidos, tanto de nuestro proyecto de adopción como de nuestra historia personal.

El origen nuestra paternidad/maternidad, no se encuentra sólo en la circunstancias que le llevaron a ser adoptable,  se encuentra en el momento que decidimos adoptar, en cuales fueron nuestras motivaciones, deseos y expectativas para él,  qué lugar queríamos que  ocupara en nuestras vidas.
Su historia previa, sobre la que tanto insistimos, no debe hacernos olvidar que el origen de nuestro hijo está también en nuestra decisión de adoptar, en qué fue lo que nos llevó a hacer nuestro al hijo de otros.
Nuestros malestares pueden actualizarse, reavivarse, cuando nuestro hijo nos sitúa frente a interrogantes relacionados con su historia: ¿Qué es lo que os hizo desearme? ¿Qué es lo que os hizo convertiros en padres adoptivos? serán preguntas que estarán como telón de fondo en muchas ocasiones.

La inadecuada elaboración de ciertos aspectos dolorosos que estuvieron a la base de nuestra motivación (infertilidad, esterilidad, soledad, duelos no superados) para adoptar puede ser una dificultad permanente en la relación, estas dificultades se ponen frecuentemente de manifiesto cuando abordamos aspectos relacionados con la historia y origen.

Juan Alonso Casalilla Galán. Psicólogo. Psicoanalista.